Erithacus rubecula L.

ARAGONÉS                      Papirroi, pitarroi
CASTELLANO                   Petirrojo
CATALÁN DE ARAGÓN   Pit-roig

El papirroi es uno de los pájaros más emblemáticos de la cultura occidental. Tiene 14 cm. de la cola a la punta del pico, aspecto redondeado en el que destaca su pecho rojo, pico fino y corto propio de aves insectívoras. Las partes superiores son de color verde oliva y las inferiores blancas. La cola es corta. Es tan pequeño como llamativo. Se alimenta de artrópodos (insectos, arañas…, invertebrados de esqueleto externo y apéndices articulados), cuando los encuentra y, en otoño e invierno, cuando son más escasos, de frutos y semillas. Anida en el suelo, al abrigo de raíces, troncos, etc. y por eso prefiere zonas con arbustos. Es, por tanto, propio de áreas forestales. No es raro verlo en parques y jardines y, cuando el frío aprieta, por las calles de los pueblos. De hecho, alguno de sus nombres se debe a esta costumbre, como el de paxarico nevero. Cuentan que, cuando nevaba mucho, entraban en las casas para evitar el temporal. En el bosque, acude, por ejemplo, a los golpes de los leñadores en los troncos, en busca de insectos, por lo que tiene fama de ser amigo de ese oficio.

En Aragón es común en las zonas con montañas y sierras, incluidas las muelas de la depresión del Ebro. Desde una perspectiva global, ocupa Europa, zonas del norte de África y oeste de Asia (Anatolia, Irán, Irak, Caúcaso), aunque su área de cría, allí donde nidifica, se reduce prácticamente a Europa central y occidental. En Canarias hay varias subespecies endémicas. Su presencia es más amplia, pues se da una migración hacia el norte de Europa en verano y al norte de África en invierno, con individuos que recalan a lo largo de todo el territorio intermedio.

Se denomina A Pasa o Pedrolé en el Pirineo central al momento en el que los papirrois o pedrolez suben de sus cuarteles de refugio invernal hacia el centro y norte de Europa en su migración anual. Es a mediados de marzo. Miles de estas aves vuelan al norte y paran en la vertiente sur del Pirineo para descansar o esperar, si los frentes atlánticos cierran de nubes, nieve y agua los pasos de la montaña. Coincidía este periodo con el agotamiento de las reservas de comida de las casas tradicionales, pues la cosecha del año anterior quedaba lejos y la matazía, la matanza del cerdo, también. El campo y el monte estaban yermos recién acabado el invierno y no había frutos que recoger. Con el paso de los papirrois se sembraba de trampas –losetas ‘cepos’- los bordes de campos y prados, y se hacía cosecha de estos pobres animales que, a pesar de su poca carne, suponían un alivio para la dieta.

Los nombres comunes, salvo el comentado de paxarico nevero, hacen referencia a su pecho rojo: pecho, papo, peito, pit… rojo, royo, roy, roigrubecula, en latín. En aragonés hay un grupo de ellos que ha evolucionado desde pet roi (peito royo) a petoi, petret, pitretpedret, pedro, petrico o pedrolé, y de papirroi a papis. En catalán de Aragón ocurre algo parecido con paparroig, paparrogeta o peperroig.

Tan fácil era su captura que uno de sus nombre, papis, es sinónimo en aragonés de bobo, pazguato. Hoy en día por fortuna no es necesario recurrir a su captura que, por otra parte, está prohibida; se trata de una especie protegida. Y, a pesar de ser un pájaro común, tampoco es tan abundante como en otros tiempos.

Además de la revista infantil escrita en aragonés que enlazamos debajo, Pitarroi es el nombre de una coral benasquesa, Els Pitarrois del Freixe, y de un trofeo de esquí alevín de la Estación de Esquí de Cerler.