Grus grus L.
ARAGONÉS Gruda
CASTELLANO Grulla
CATALÁN DE ARAGÓN Grua
La grulla es un ave de gran tamaño, sobre 1’20 metros de altura y más de dos metros de envergadura. Gris, con diseño rojo, negro y blanco en la cabeza, pico largo y altas patas. Es omnívora, aunque en estas tierras se alimenta principalmente de vegetales, granos de cereales, girasol, maíz, arroz, hierba y también invertebrados o pequeños vertebrados. Cría en zonas húmedas, carrizales, ciénagas, entre los bosques boreales y, cuando el frío llega a sus áreas de reproducción, migra hacia el sur en busca de climas más cálidos.
La especie tiene varias rutas migratorias entre las zonas septentrionales de Europa y Asia, y los climas templados o cálidos de ambos continentes y África. La vía más occidental de todas ellas une Escandinavia y los países bálticos con la Península Ibérica y el norte de Marruecos. La mayoría de los ejemplares pasa por la laguna de Gallocanta, lugar privilegiado para ver grullas, como el embalse de la Sotonera y otros humedales de las Cinco Villas o la Plana de Uesca. En estos enclaves se reúnen decenas de miles de grullas, pues se trata de un ave gregaria en nuestras latitudes.
Las grullas invernan en Aragón en grupos numerosos y descansan en sus migraciones desde el norte de Europa a la cuenca mediterránea. Así, es fácil verlas volando en otoño y final de invierno en su largo camino entre las áreas de cría escandinavas y las de refugio meridionales, cuando el frío y la nieve imposibilitan su permanencia en el norte.
Cuando vuelan las grullas adoptan una característica forma en V. Cuando descansan en grupo se dice que hay algunas en vigilia para alertar de amenazas. Ambas características han dado lugar a curiosas historias y metáforas. Tampoco pasa desapercibido la fuerte voz atrompetada que emiten en vuelo y que permite oírlas a gran distancia, incluso antes de poderlas ver volando. Es una de las aves que más alto puede volar. Hay registros de grullas a 10.000 m. de altitud, más de 1.000 m. por encima de la montaña más alta del mundo, el Sagarmatha, Jomo lang ma o Everest (busca el origen de estos tres nombres y a qué montaña se refieren).
Para proteger las áreas de reposo de las grullas, en 1984 se declaró la Laguna de Gallocanta como Refugio Nacional de Caza, en 1995, Refugio de Fauna Silvestre y zona RAMSAR en 1998, también ZEPA -Zona de Especial Protección para las Aves-, tanto Gallocanta como el embalse de La Sotonera. En la actualidad, la Laguna de Gallocanta es una Reserva Natural Dirigida, además de Humedal RAMSAR. La Laguna de Sariñena, por su parte, está declarada como Humedal Singular, dentro de la Red Natura 2000. A estas medidas se suman actuaciones para corregir o minimizar el impacto de las líneas eléctricas contra las que las aves pueden chocar y otras que intentan paliar los daños a los cultivos producidos por las grullas en su alimentación (los sembrados, por ejemplo).
En aragonés a las V en vuelo se les denominaba en la Edad Media «uestes» (huestes, ejércitos) por su parecido a un ejército dispuesto para la batalla, y en aragonés contemporáneo, a la grulla que dirige la formación se le denomina «mai badesa» (madre abadesa), comparando el grupo de aves con el de una ordenada congregación de monjas dirigida por su superiora. Asimismo, en la antigüedad se creía que cuando duermen agrupadas, una grulla por turnos hace de vigía para defender el grupo, y que para ello toma una piedra entre los dedos, una pata en el agua, la otra recogida, así si se duerme, al relajar la mano y caer la piedra, se despierta. Cuentan que el emperador Alejandro Magno copió este sistema, y que cuando no quería dormirse hacía poner junto a su cama una palangana de cobre, aguantando en la mano una bola de oro, de tal manera que si se dormía cayera la bola en la bacía
Tanto el nombre latino como los nombres comunes tienen su origen en una misma onomatopeya, la del sonido de su canto transcrito como «gru». En febrero y marzo es muy normal en buena parte del territorio aragonés oír a lo lejos un bullicio de «grus» proveniente del cielo. Al levantar la cabeza en busca de su origen distinguimos largas uves en el cielo dibujadas por decenas o centenas de grullas volando en formación hacia sus territorios de cría. Esta onomatopeya, que en origen señalaba a la grulla, ha dado lugar a alguna palabra más común en nuestras lenguas, como «grúa» (aragonés «gruba», catalán y castellano «grúa»), ¿Qué relación hay entre una grulla y una grúa? También parece provenir del trompeteo producido por estas aves el grupo de palabras de la familia de «congruencia» (búscalas), salidas del verbo latino «congruo, congruere: reunirse, juntarse, convergir // estar de acuerdo, acomodarse, ajustarse», todo ello resultado al parecer de una metáfora surgida del gregarismo y organización de las grullas (busca el prefijo y el sustantivo que la forman y explican)
Las grullas vistas por un darocense en 1617
Francisco Marcuello fue un canónigo de Daroca que en 1617 publicó un importante libro sobre las aves en el que dedicó catorce páginas a las grullas, recopilando la información que había en ese momento, por ejemplo, los comentarios de Aristóteles que resume así:
Aristóteles hace un capítulo particular de la prudencia de las Grullas, y la pinta en esta forma. Las Grullas también hacen muchas cosas prudentemente, porque van a lugares muy apartados por causa de su comodidad: y vuelan muy alto, para que puedan ver de lejos el lugar adonde van, y si descubren alguna nube, o ven que amenaza tempestad se abaten a tierra, y allí defienden de ella, y se están quietas hasta que ha pasado. Tienen también su guía, y capitana, y de trecho a trecho hay otras puestas para que de una a otra se oiga su voz en el escuadrón. Cuando se paran duermen todas poniendo las cabezas debajo de las alas, y los dos pies en tierra: pero la capitana vela con la cabeza descubierta mirando lo que pasa, y si siente algo avisa luego a las demás dando voces.
Aquí puedes descargar el libro de Francisco Marcuello escaneado. El párrafo sobre las grullas transcrito está en la página 178 del libro, que en el documento en pdf corresponde con la página 389 (entre la página 387 y la 390 se desarrolla el capítulo sobre las grullas). Compara cómo está escrito el original y cómo se reproduce aquí: qué letras conoces o desconoces; qué grafía utiliza y cómo difiere de la actual en castellano; averigua por qué hay s y ss, c y ç, etc.