Salmo trutta L.

ARAGONÉS                      Truita
CASTELLANO                   Trucha
CATALÁN DE ARAGÓN   Truita

La trucha común es un pez que puede pasar del medio metro de longitud y suele tener manchas negras y rojas en su cuerpo. Su cabeza es relativamente grande y tiene dientes, pues es un pez predador, pero no barbas, «bigote», como los barbos. También tiene aleta adiposa, una pequeña aleta superior, entre la aleta dorsal y la cola. Come invertebrados y otros peces, también anfibios: moscas, mosquitos, libélulas, escarabajos, caracoles, crustáceos, pulgas de agua, gusanos, sanguijuelas…, una amplia dieta carnívora.

La truita es una especie propia de los ríos de Europa, norte de África y nordeste de Asia. Dentro de esta distribución se conocen 3 ecotipos, formas genéticamente diferenciadas que viven en un hábitat o ecosistema determinados. En concreto: 

  • Truita del Mediterráneo-Caspio. Considerado el más antiguo de los tres, pues durante las glaciaciones su refugió en los mares del sur del continente.
  • Truita del Atlántico Sur. También se refugió al sur durante los fríos cuaternarios.
  • Truita del centro y norte de Europa. Es más moderna.

En Aragón domina como autóctona la truita mediterránea, aunque decenios de repoblaciones con trucha centroeuropea, criada en piscifactorías, como la del Monasterio de Piedra (desde 1886), haya producido hibridación con la autóctona. En el nacimiento del Tajo, en Albarracín, hay truchas autóctonas atlánticas, pues hay que recordar que el Tajo desemboca en Lisboa, en el océano Atlántico. La truita vive en ríos de montañas o sierras, de aguas frías y oxigenadas, con corrientes rápidas y fondos de arena y piedras limpios donde refugiarse. En Aragón son los ríos y cabeceras que nacen en el Sistema Ibérico y los Pirineos.

Los peligros para la supervivencia de la trucha son la contaminación de las aguas, la rotura de los cauces originales con presas y pantanos o la introducción de especies invasoras que ocupen su nicho, como la trucha arco-iris o el salvelino, dos especies de truchas norteamericanas. Al igual que las truchas americanas han sido importadas a los ríos europeos, la truita ha sido introducida de manera artificial en América, Asia, África, Australia y Nueva Zelanda, lo que ha afectado a los ecosistemas originales de esos territorios. En Aragón también se ha echado en aguas que no le pertenecían, como muchos ibons o lagos de montaña del Pirineo. Hay que recordar que los ibons son el resultado del relleno con agua de cubetas excavadas por glaciares; normalmente tras la cubeta hay un cierre de piedras que pertenece a una morrena formada en el retroceso del glaciar; y tras esa morrena se da un «hombro», una caída o fuerte pendiente hacia el valle producto de la erosión glaciar. Con esa conformación es difícil que ningún pez pueda escalar e instalarse allí; eso ha sido cosa de los humanos. Antiguamente se hizo para tener donde pescar con facilidad, como recurso alimenticio. De hecho, la explotación comercial de algunos ibons se gestionaba desde los ayuntamientos correspondientes, al menos, en el s. XIX y comienzos del XX. Más tarde, las sociedades de pescadores introdujeron truchas comunes, arco iris y salvelinos en estos enclaves naturales para su disfrute. El resultado fue la desaparición de especies, como la rana bermeja o roya, el guardafuens o tritón pirenaico, el tritón palmeado, los sapos partero y común o la salamandra. Un auténtico desastre.

APN realizando vigilancia de pesca de alta montaña

El Gobierno de Aragón tiene dos piscifactorías en las que se crían truitas autóctonas, seleccionadas no ya por su ecotipo (mediterráneo, atlántico…), sino, dentro de este, por la caracterización genética de cada cuenca particular. Así, en Planduviar (Broto) hay una línea para las truitas del río Aragón, otra para el Gállego / Galligo, otra para el Ara y la Zinca y una cuarta para el río Ésera. En la piscifactoría de Los Pajares (Albarracín) se trabaja para recuperar la trucha propia de ríos, como el Jalón, Jiloca, Guadalaviar o Guadalope. El método más eficaz es depositar en lugares adecuados huevos fecundados en unas pequeñas cajas llenas de aberturas, que permiten a los pequeños alevines salir al medio natural cuando eclosionan. Son las conocidas como cajas Vibert. También se sueltan alevines de menos de 10 cm.

APN colocando cajas con huevas de trucha en un río pirenaico

¿De qué pez hablamos?

Los Agentes para la Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón están investigando qué peces hay en los ibones y ríos de alta montaña de la Bal de Tena. Han capturado siete peces diferentes, algunos de ellos de la misma especie pero de distinto origen. Para clasificarlos tienen una «clave», es como un juego, muy fácil de usar:

Observa una foto cualquiera de entre las de los 7 peces. Empieza con la clave en el punto 1: Si tiene aleta adiposa (si no sabes cuál es, pincha aquí), vete al 2, si no tiene, pasa hasta el 3. Si tiene aleta adiposa y manchas amarillas es un salvelino, si las manchas son negras, pasa al 4. Y así hasta que llegues al punto en el que te indica qué especie estás buscando. ¡Prueba!

CLAVE

1.- Elige una imagen:

1.1.- Tiene aleta adiposa: pasa al 2.

1.2.- No tiene aleta adiposa: pasa al 3.

2.- Tiene aleta adiposa:

2.1.- Con manchas pequeñas amarillentas y rojas, las aletas inferiores rojas, negras y blancas, contrastadas: Salvelino (especie exótica invasora).

2.2.- Con manchas negras y aletas inferiores de otro color, sin diseño contrastado: pasa al 4.

3.- No tiene aleta adiposa:

3.1.- Con barbas: Barbo cudirroyo.

3.2.- Sin barbas o bigote: pasa al 5.

4.- Tiene aleta adiposa y manchas negras:

4.1.- Manchas negras abundantes, grandes. Si hay rojas, apenas se ven. Sin bandas oscuras verticales a lo largo del cuerpo, y si hay, más de 4: Truita centroeuropea (introducida, perjudicial para el medio acuático.

4.2.- Manchas negras y rojas, medianas, con un halo blanco, no muy numerosas en comparación con las demás pescadas. Sin bandas oscuras verticales a lo largo del cuerpo, y si hay, más de 4: Truita atlántica (introducida).

4.3.- Manchas negras pequeñas, numerosas, rojas pequeñas también. Bandas anchas oscuras verticales a lo largo del cuerpo, 4 o menos: Truita mediterránea (autóctona).

5.- No tiene aleta adiposa ni bigotes:

5.1.- Color uniforme: Madrilla (autóctona pero introducida en algunos ibones como cebo vivo para la pesca de la trucha). 

5.2.- Con rayas oscuras verticales: Pesquito, chipa o piscardo (autóctono, pero introducido en ibones y embalses de montaña como cebo vivo. Afecta a la fauna de los ibones).

En Aragón viven una treintena de especies piscícolas, algunas de ellas propias, endémicas de la cuenca fluvial del Ebro, esto es, que de todo el mundo sólo se encuentran en nuestros ríos. El barbo común por ejemplo, es endémico de la Península Ibérica, de la cuenca del Ebro y algún otro río cercano. Otro barbo, el cudirroyo (Barbus haasi)  tiene una distribución similar y es por tanto endémico de la Península. La bermejuela o madrilleta (Chondrostoma arcasii) se extiende más por la Península, pero no sale de ella. La madrilla (Chondrostoma miegii) se encuentra en un área similar a la de los barbos mencionados. La lamprehuela (Cobitis calderoni) es propia de ríos del norte peninsular, el lobo de río (Barbatula barbatula) vive en la cuenca del Ebro y cercanías. Todos estos peces endémicos de nuestros ríos y algunos más, como el pez fraile, están amenazados por la contaminación, las obras y la introducción de peces exóticos invasores (como el siluro o la carpa). No sólo la fauna piscícola endémica sufre estas introducciones, los anfibios, las almejas de agua y otras muchas especies de fauna y flora acuática desaparecen por la presencia de especies exóticas invasoras.